“Para sellar el fin de las hostilidades, los chicos alzaron sus vasos y bebieron hasta no dejar ni gota.
-Lo hago con zumo de grosellas, fresas y frambuesas. Lleno de vitaminas –explicó Margaret.
-Está bueno –dijo Vicente, interpretando la opinión general. Con una excepción: Nicolás pensaba que hubiera mejorado mucho con un poco de mora machacada”.
VÁZQUEZ-VIGO, Carmen (2011): El extraño caso del potingue rojo, Madrid, Bruño, AltaMar, 1995, p- 125..