viernes, 30 de agosto de 2013

In corpore sano: bibliografia

Tristán en Egipto, SM, 1998
Llamadme Federico, SM, 2000
Tristán en Yucatán, SM, 2002
Tristán en Escocia, SM, 2003
Tristán en París, SM, 2004 
  • Sierra i Fabra, Jordi: Las chicas de alambre, Madrid, Santillana, 1999, (Alfaguara. Serie Roja). 
  • Trilla, Cristina: ¡Hoy he decidido dejar de comer! Diario de una joven anoréxica, Barcelona, Styria de Ediciones y Publicaciones, S. L., 2007.
  • Varios: Realidades Paralelas. Los nuevos de Alfaguara (3), Madrid, Santillana, 1996.

Superando los complejos

A Jimena, en No vuelvas a leer Jane Eyre, le sobran bastantes kilos y, sin embargo, se acepta como es y no cae en la tentación de dejarse llevar por un régimen desmedido; ahora bien, no siempre está contenta porque la presión que la sociedad ejerce sobre ella es importante y tanto su madre y sus amigas insisten en que cambie de atuendos, en que deje de ser ella; no obstante, Jimena tiene una personalidad arrolladora y ante la resignación de su madre que ve que, en las tiendas, nada le cabe, ella: “Se miró en el espejo con desafío. Sí, le salían rodetes por todas partes. Parecía una morcilla a punto de reventar la tripa y de perder el mondongo por los costados. Además, le daba la impresión de que aquel traje de baño amarillo-huevo le acortaba la figura. “Parezco la yema de un huevo cocido”, pensó divertida” (pág. 10). Y es que Jimena: “Estaba más que harta de asegurarles que no se sentía en absoluto desdichada por sus kilos sobrantes, y requetehastiada de pedirles que la dejaran en paz y no volvieran a recomendarle regímenes aberrantes a base de melocotón en almíbar, queso fresco y poleo de menta” (pág. 14). A Jimena la apodan “La gorda” y eso a ella, parece dejarla indiferente, porque es una chica inteligente que sabe muy bien cómo contestar y repeler los ataques. A Jimena no le falta autoestima, por eso no cae en la anorexia. No obstante, tiene una debilidad y es que le gusta mucho leer Jane Eyre y piensa –aunque se equivoca- que a ella nadie la mirará nunca como a Jane Eyre Eduardo Rochester porque ella no está delgada. Hay alguien, un joven, que va a aprender a valorarla como se merece y que por fin le hará ver que el aspecto físico no lo es todo y así se lo dice: “Lo que más me gustaba de tu cuando te veía sentada en un banco de la carbayera, gozando con ese maldito libro, era que, creyéndote poco atractiva, incluso fea, fueses, a mis ojos, la encarnación de la bondad, de la belleza, de la luz, de la verdad y de la inteligencia” (pág. 93).

Anabel Sáiz Ripoll, CLIJ, “Somos lo que comemos. La alimentación en la literatura infantil”, número 233, enero-febrero 2010, pp. 14-25.
Gómez Ojea, Carmen (1999) : No vuelvas a leer a Jane Eyre. Madrid: Anaya.

Más información

Consejos de nutrición para los niños

La literatura infantil suele adoptar un tratamiento lúdico-didáctico cuando trata los temas cercanos a la nutrición. Los libros que hemos leído acerca del tema intentan concienciar al niño parea que coma de manera saludable aludiendo a historias llenas de magia. Así ocurre en Una nutrición mágica: Catalina y el Hada de los Espejos, en donde el Hada de los Espejos es la encargada de una difícil misión: rescatar a uno de los tataranietos de Neerdisse, mayordomo del reino de las hadas que ha caído, ni más ni menos, en la Tierra, cerca de la casa de Catalina. El Hada debe rescatar a ese curioso ser y, de paso, hacer que Catalina se incline por la comida sana y nutritiva que, por lo que parece, no tiene ni idea ya que su desayuno es éste: “... la niña untaba unas enorme tostadas de pan con una gruesa capa de mantequilla y las zambullía en una humeante taza de chocolate muy dulce repleta de bizcochos migados” (pág. 20). Catalina es el objeto de la misión del Hada como hemos dicho: “Es a ella a quien tenemos que salvar de comer mal, enseñándole alunas normas de nutrición. Reglas elementales que hay que saber, porque los humanos son y se encuentran bien o mal según lo que coman” (pág. 36). Todos estos consejos, enumerados de forma divertida, son los que los pequeños lectores pueden ir aprendiendo e incorporando en sus hábitos alimenticios.
El propio tataranieto de Neerdisse, Neerdissito, hace la siguiente apología de las vitaminas: “Las vitaminas son necesarias para encontrarse bien y cada una cumple una misión específica. La C previene el resfriado, las encías sangrantes y el cansancio; se encuentra sobre todo en las naranjas, los limones, las mandarinas, los tomates, la coliflor, los pimientos, las patatas y el kiwi” (pág. 28). Y sigue enumerando el resto de vitaminas y dónde se hallan. A ese ser le encantan las vitaminas ya que él adopta el color de cada una de ellas. Cuando conoce a Catalina, es él quien le da los consejos directamente en forma de pareados: “Cada día debes comer / bastante fruta para crecer”; “Siempre dos veces a la semana, / toma verdura para estar sana”; “Las legumbres nunca olvida / la persona que se cuida”; “El yogur y el requesón, / buenos son sin condición” pág. 43 y ss). Es más, añade, “Para perder peso, es mejor bajar la cantidad de alimento que se toma que saltarse una comida” (pág. 46).
Las propias frutas y hortalizas acaban bailando también y haciendo que Catalina se dé cuenta de lo importantes que son. Así, la lechuga, la escarola, las endibias o las espinacas saltan con alegría y recitan sus cualidades como lo hacen los tomates, pepinos, pimientos, aguacates y apio e, incluso, los bulbos. El Hada lo resume así: “... las verduras y las hortalizas, de cualquier manera, en forma de tallo, de hoja, de fruto o de bulbo, te ayudarán toda la vida a estar bien y a poner el cuerpo a punto. Y en cuanto a las frutas, la ventaja de comerlas es que son un alimento vivo (se toman crudas) y desintoxican porque ayudan a eliminar lo que sobra al organismo” y termina con la pregunta esencial: “¿Has aprendido la lección?” (pág. 59).
Catalina aprende, efectivamente la lección, y termina riéndose de una amiga engreída que celebra su cumpleaños comiendo todo tipo de comida poco sana: “... un montón de bandejitas con medias noches de jamón dulce, bocadillos de chorizo, filetes empanados, patatas fritas muy abundantes, bollitos de mermelada, pastelillos de nata, una fantástica tarta de crema; y pastitas y caramelitos y merengues de todas las clases...” (pág. 80-81). Evidentemente a Dorinda que es así como se llama la niña cursi no le salen bien las cosas y acaba mojada y ridiculizada ante todos. Gana, pues, la comida sana.

Anabel Sáiz Ripoll, CLIJ, “Somos lo que comemos. La alimentación en la literatura infantil”, número 233, enero-febrero 2010, pp. 14-25. 

Més informació

Els grups d'aliments, els nutrients i la seva funció en l'organisme. Aliments complementaris. Factors a tenir en compte a l'hora de fer una dieta. Exemple de dieta equilibrada. Com millorar la nostra dieta. La cuina mediterrània.
L'equilibri alimentari. Concepte de ració. Número de racions necessàries diàriament de cada grup d'aliments. Exemple pràctic d'alimentació inadequada. La freqüència dels àpats. La beguda durant els àpats. Recomanacions per aconseguir l'equilibri alimentari.
Criteris d'equilibri nutritiu. Característiques dels hàbits alimentaris de l'adolescència. Relació salut-malaltia-alimentació. Necessitats energètiques en relació amb el pes. Consum d'aliments i estil de vida. Valoració de què, com i per què mengem.

Menjades escombraries

En Operación yogur se ataca directamente la comida basura y un yogur es el encargado de mostrar a los niños un mundo lleno de buena alimentación. Los niños, en el colegio, asisten a una charla de unos ecologistas que tratan de mostrarles lo insano de su alimentación: “¡Coméis basura! (...) Salieron bollos envueltos en plástico, varsovitos rellenos, chicles en forma de estrella, tanques de chocolate... ¡Todo, todo lo que más les gustaba!” (pág. 10). Los niños se asustan, pero se les olvida pronto y siguen en sus trece comiendo chucherías: “Y para quitarse el mal sabor de boca todos se fueron al puesto de caramelos para comprar arañas de regaliz, pies y manos de sonrosada goma, huevos fritos de caramelo, bolas negras riquísimas, esqueletos de azúcar y muchas cosas más que los ecologistas hubieran llamado basura. La verdad es que todo sabía igual: una mezcla de azúcar y petróleo” (pág. 16). A los chicos, María y sus amigos, les entra dolor de tripa del atracón y es entonces cuando un envase vacío de yogur los llama “Estúpidos” y comienza la gran aventura y los lleva hacia una fábrica en donde van a descubrir una serie de comidas bien apetecibles para los niños, aunque con trampa, tanta que salen huyendo despavoridos hasta que, después de un viaje lleno de magia, llegan a “la tierra de comesano” donde todo son “productos naturales. Nada de abonos raros. Ni colorantes. Ni conservantes...” (pág. 55).
Cuando María regresa a casa se topa con la realidad: los primeros que se alimentan mal son sus propios padres y ella decide pasarse a la comida sana: “Comería ensaladas de lechuga y tomate, zumos de limón y zanahoria y compotas de manzana” (pág. 63), aunque, y aquí encontramos la crítica, su familia no la escucha y la nevera sigue llena de productos poco recomendables: “Su mirada recorrió las baldas del gigantesco frigorífico: refrescos azucarados, mantequilla y leche pasadas de fecha, zanahorias y tomates marchitos, un bote de mermelada y un pan de molde seco” (pág. 64) y de nuevo es el yogur quien le soluciona la cena y le permite tener un sueño tranquilo.
El autor de Operación yogur, Juan Carlos Eguillor, es también el ilustrador de la historia que está llena de sorpresas, aunque Eguillor comenta que no ha pretendido escribir una novela de denuncia: “No ha habido una intención explícita de educar en la salud ni de hacer una denuncia contra la mala alimentación en nuestra sociedad. Pero he querido hacer una reflexión sobre la alimentación de los niños. Creo que ahora prefieren comerse una golosina azucarada con forma de araña en vez de una manzana o un plato de verdura, porque les da asco, y eso me parece terrible” (pág. 78)
El cuento “Un conte de mal gust”, dentro de Un consomé de contes , de Jordi Folck es un cuento muy divertido e irónico que ataca directamente el mundo de las llamadas “chuches” y sus consecuencias. En otro de los cuentos “En Tomàs que vivia a la nevera” se centra directamente en un niño comilón que decide instalarse en la nevera para tener más cerca la comida, con las consecuencias nefastas que eso le reporta. Jordi Folck, en suma, trata el mundo de la alimentación, de manera muy divertida e irónica, casi disparatada.

Anabel Sáiz, CLIJ, “Somos lo que comemos. La alimentación en la literatura infantil”, número 233, enero-febrero 2010, pp. 14-25.



Totes les il·lustracions d'aquest article són de Juan Carlos Eguillor.

Informació sobre Juan Carlos Eguillor, dibuixant 

Alimenta't en salut
Criteris d'equilibri nutritiu. Característiques dels hàbits alimentaris de l'adolescència. Relació salut-malaltia-alimentació. Necessitats energètiques en relació amb el pes. Consum d'aliments i estil de vida. Valoració de què, com i per què mengem.
L'obesitat
En aquest capítol del programa radiofònic "La solució" en Carles Pérez i el seu equip ens apropen a un problema que afecta a la població occidental com és l'obesitat. La nostra societat benestant ha portat el sedentarisme i una alimentació desordenada.El problema del sobrepés afecta a un 30% de la població en general. L'obesitat mòrbida és una pandèmia dels països occidentals. Els metges convidats d'aquest capítol són en Jesus Turró, endoscopista i Constancio Marco, cirurgià general, ambdós són especialistes del centre mèdic Teknon. Un programa que busca solucions als nostres problemes de cada dia. Salut, relacions personals, cuina o medi ambient hi tenen resposta amb els millors especialistes.
Alimentació i prevenció de patologies cròniques
Relació entre alimentació i salut. Alimentació i obesitat. Problemes de salut derivats de l'obesitat: Colesterol, hipertensió arterial, diabetis, malalties respiratòries, digestives i articulars. Estratègies per combatre l'obesitat. Avantatges d'una alimentació sana.
Congrés escolar d'alimentació 2006
Reportatge sobre el Congrés escolar d'alimentació que es va celebrar el 27 de setembre del 2006.
Què mengen els adolescents?
Aquest capítol tracta l'alimentació que segueixen els adolescents, quins són els seus hàbits i què cla millorar.

jueves, 29 de agosto de 2013

L`alcohol també és una droga

Zaragoza. Cincomarzada 2010
-L`alcohol també és una droga.
Sembla que s`adona que la Paula li fa d`interlocutora.
-No ho comparis! D`alcohol, en pot comprar a qualsevol lloc i per quatre cèntims. I d`una manera ben legal.
-No creus que encara és pitjor?
-Nena! Segons com t`ho miris potser sí, però no pas per això hem de sortir tots alcohòlics. Tots bevem vi, més o menys, i no ens fa mal a tots!
-Però jo ho veig molt semblant. Per a molts és dependre d`una cosa de la qual no es poden estar i que els perjudica la salut i el cervell.
-Jo recordo que de petita em donaven pa amb vi i sucre per berenar, i el dia que el xopàvem bé ho veia tot de color de rosa. “Ha! Ha!” –És el primer cop en tot el dia que riu-. També era molt corrent que ens donessin vi de quina quan no teníem gana i, ja de més grans, quan teníem una regla dolorosa, la mare ens feia prendre un sucre ben xopat amb licor…
-Ben mirat, el més estrany és que no hi hagi més alcohòlics!
-Però no ho som pas tots, et torno a dir! Això vol dir que no devia ser pas tan dolent!
-Més aviat penso que tots els que hi podien tenir tirada s`hi deurien tornar, ja que per manca d`ocasió no quedarien pas!
-I ara? Què me`n dius, d`ara? A cada moment fan anuncis de vins, xampanys i cerveses per la televisió; les tanques publicitàries estan plenes de marques de whisky i conyacs, i a cada porta hi ha un bar. Abans si et donaven una mica de vi a l`hora de dinar, tot s`acabava en això, però ara te`n fan propaganda a cada moment. Contínuament t`estan diens que si beus una determinada beguda seràs més guapo, tindràs més èxit, faràs com els rics…

PALOMERAS, Daniel: El meu germà, Barcelona, Baula, 1996, La llum del far, 5, p. 51
Text en PDF
  • L'alcohol treu el fred: Pregunta amb resposta (PAR) sobre la creença equivocada que beure alcohol fa que no es tingui tant fred. També explica altres inconvenients provocats per la ingesta d'alcohol. Conté un enllaç a la Guia de Salut per a joves. 
  • Toxicomanies: Pàgina web sobre toxicomanies amb informació i enllaços a altres pàgines sobre l'alcohol, el tabac i drogues en general. 
  • Salut! Prevenir el consum abusiu d'alcohol: Els professionals sanitaris del programa "Salut!" alerten, en aquest capítol, de les conseqüències negatives que té per a l'organisme el consum excessiu d'alcohol. El consum d'alcohol és un element totalment integrat en la vida quotidiana. Bevem vi, cervesa, licors o destil·lats tant per celebrar un petit o gran esdeveniment com per acompanyar els àpats. Oblidem, però, que el consum continuat i en excés d'alcohol és la causa de moltes malalties greus perquè la seva toxicitat afecta òrgans tan vitals com el fetge, el cor o el cervell. 
  • Servei tractament d`alcoholisme

Amor, dieta y tarta de chocolate

En la consulta del doctor Dubose hasta la báscula era muy moderna, "de diseño", como dicen en las revistas. Eso no impedía que marcara 93 kilos 300 gramos y que me tocara las narices. Nunca deberíamos ir al médico después de las vacaciones de Navidad.
-Bueno..., Ben..., cuéntame un poco lo que comes...
-Esto...
-¿Qué te gusta?
-¡Pues todo! O casi todo...
Mamá soltó una parrafada típica de madre y me dio una vergüenza tremenda. Cuando pudo meter baza, el médico me preguntó:
-Entonces, en tu opinión, ¿qué comes que te pueda engordar?
Lo dudé un poco y después dije:
-¡Nada en especial! Como igual que todo el mundo, solo que mi metabolismo asimila más las grasas y no quema suficientes calorías.
El doctor sonrió. Esa historia del metabolismo la había leído en el folleto que me había dado la enfermera de mi colegio al final de la visita médica.
-De acuerdo, es cierto... No todos reaccionamos de la misma forma con los alimentos, pero bueno, eso no lo explica todo... ¿Tomas bebidas gaseosas?
-Pues... ¡Sí! Coca-cola.
-¿Comes dulces?
-Algunas veces...
-¿Te gustan las comidas con salsa?
No le contesté porque me estaba empezando a poner nervioso con sus preguntas. Veía muy bien adónde quería llegar, como si yo no supiera ya desde hacía mucho tiempo que todo lo que estaba bueno era "malo" para mí. Nadie ha visto nunca a un médico prohibiendo, por ejemplo, las coles de Bruselas.
-¿Alguna vez repites plato?... ¿Comes entre horas?

Mikaël Olliver: Amor, dieta y tarta de chocolate. Editorial Pearson, Alhambra joven. Páginas 53-54.
Guía de lectura: CLICA AQUÍ.

miércoles, 14 de agosto de 2013

Faré règim!

-¡Càndida, el berenar!
La mare era tan prosaica i terrenal que no tan sols ignorava el seu sacrifici sinó que a més la convidava a perpetuar la seva trista condició de foca temptant-la amb xocolates calòriques i croissants greixosos.
La Càndida va veure una porta oberta per a la seva salvació. No calia fer tanta fumera ni socarrimar-se com un pollastre a l`ast. Hi havia altres camins.
¡Faria règim!
¿No feien règim les mames, les tietes, les secres de segona, les hostesses de British Air, les models i les gimnastes?
Doncs ella, la Càndida, no es quedaria a la cua.
-Gràcies mama, no berenaré perquè faig règim.
La mare va entrar com un coet a l`habitació, amb l`evident intenció de coaccionar-la.
-¿T`has tornat ximple?
-M`he tornat grassa.
-¡Estàs creixent!
-¡I un be negre! Fa més de sis mesos que no creixo ni un centímetre. Si menjo m`engreixaré i prou.
-I si no menges, acabaràs que t`haurem de portar a l`hospital.
-Qui ha dit que no menjaré. Penso fer règim. Jo ho saps, coses lights.
La mare va fer una cara que la Càndida coneixia prou: maquiavèlica.
-¿O sigui que vols fer règim? ¿Vos dir que menjaràs bledes bullides, carn a la planxa, verduretes sense sal i peix blanc?
La Càndida va fer un gest de repugnància.
-¡Puagg! Això és menjar de iaios amb colesterol, jo vull dir coses light, ja m`entens, macarrons lights, xocolates lights, estofats lights.
La mare no ho volia entendre.
-No en fan, de tot això, Càndida. Si ho vols pots prendre llet descremada, que és fastigosa; o galetes de règim, que semblen serradures; o formatgets insípids sense calories. El règim que fa aprimar és el que t`he dit jo.

CARRANZA, Maite (1993): ¡Frena, Càndida, frena!, Barcelona, Cruïlla, Gran Angular, 50, pp. 60-64
Per seguir llegint

jueves, 8 de agosto de 2013

"El rostro de la misericordia"






"En la cocina había mucha gente. Mi madre distribuía en una bandeja redonda muy grande los granos de trigo cocidos y los rociaba con almendras tostadas, trituradas y con azúcar. Al mismo tiempo discutía con mi tía abuela Nadia si la cruz debía hacerse con almendras o con perejil. Por suerte se impuso la opinión de mi madre: las almendras. En realidad, una cruz verde quizá habría resultado más bonita; pero con perejil triturado nunca habría estado aquel plato tan sabroso como con almendras, y eso era lo que más importaba. Cuando la bandeja estuvo adornada, la tía Nadia puso una vela gruesa en el hueco que había dejado libre en el centro y así quedó preparado el “rostro de la misericordia”.

ABDEL-QADIR, Ghazi (2002): El regalo de la abuela Sara, Madrid. SM, El Barco de Vapor, pág. 39.  

miércoles, 26 de junio de 2013

Ahora era el padre el que guisaba



A partir de aquel día , en casa todo fue distinto. Jamás se volvieron a comer los sabrosos platos que preparaba la madre, pues ahora era el padre quien guisaba.
Dos veces a la semana había espaguetis con salta de tomate, que en realidad era el plato preferido de Ula. Pero al cabo de algunas semanas no podía ni olerlos, y mucho menos comerlos.
Los demás días el padre hacía verduras para todos, o freía un filete, que completaba con una rebanada de pan. A eso le llamaba “comida francesa”, pero Paul comentó un día que él no creía que en Francia comieran de manera tan penosa.
Además, al padre siempre se le olvidaba algo cuando guisaba. Unas veces no echaba sal o alguna especia. Otras ponía patatas, pero no caía en la cuenta de poner agua en la olla.
Un día estaban los cuatro en el salón jugando a las cartas mientras esperaban a que terminara de hacerse la comida. De repente, Paul dijo:
-Huele un poco raro.
Su hermano Karel levantó la cabeza y afirmó:
-La frase no es correcta ni suficientemente precisa. No huele, apesta.
-¡La coliflor! –exclamó el padre, y todos corrieron a la cocina.
Fue a levantar la tapadera de la olla, pero se quemó los dedos. Karel cogió un trapo de cocina y levantó la tapadera. Cuando la apartó, se abrieron durante dos segundos los pequeños capullos de la coliflor. Emitieron un resplandor rojo y brillaron más hermosos que la más hermosa de las flores. Y con la misma rapidez se tornaron grises e insignificantes y quedaron reducidos a ceniza.
_¡Maravilloso! –exclamó Ula_. ¡Qué flores más bonitas! Como las de la sepultura de mamá.
-Si –dijo papá, y clavó los ojos en la ceniza-, como pintadas y luego añadió-: Mamá era muy guapa, ¿no es cierto?
Paul dijo únicamente:
-Por eso se llama coliflor: porque le salen esos brotes tan hermosos…
-Tonterías –dijo Karel-. Con la ola tapada se ha producido un vacío y la col no ha recibido nada de oxígeno. Cuando he apartado la tapadera ha habido una fuerte y rápida oxidación. Eso ha sido todo.
-No obstante, ha sido bonito –replicó Ula-. Solo que ahora nos hemos quedado sin comida.

HEIN, Christoph (2005): Mamá se ha marchado, Madrid: SM, p. 34-36. (El Barco de Vapor, 177)

sábado, 25 de mayo de 2013

Se enfría el desayuno

Martina se secaba el pelo recién lavado, y el ruido del secador le impedía oír los reiterados avisos de su tía Carmen desde la cocina.
-Martina, el desayuno está servido. Tómalo antes de que se enfríe la leche.
Pero Martina, además de pretender dar forma a una melena que se le resistía especialmente, tenía la cabeza llena de pensamientos, y saltaba de uno a otro, tratando de organizarlos y así saber con precisión lo que debería hacer.
-Martina, las tostadas se van a quedar duras.
Porque algo quería hacer. En primer lugar, buscar a Igor y pedirle disculpas por el plantón. ¡Menudo plantón! Una cosa es llegar tarde a una cita, media hora, una o dos... Pero no acudir a ella sin dar explicaciones... Jamás lo había hecho.
-La mantequilla se está derritiendo con el calor. ¿Quieres salir del baño de una vez?
Claro que ella no acostumbraba a faltar a sus citas. Lo había hecho por lo que lo había hecho. A la fuerza. ¿Cómo iba a suponer que su tía Carmen iba a estar esperándola a la salida del examen?
Carmen golpeó con los nudillos la puerta del cuarto de baño. Martina respondió a los golpes.
-¡Ya voy! -y desconectó el secador.
-No me digas que te prepare el desayuno si piensas lavarte el pelo, porque...

Alfredo GÓMEZ CERDÁ (2009): Pupila de águila. Editorial SM; Gran Angular: Madrid. Página75.
Guía de la editorial: CLICA AQUÍ.

jueves, 16 de mayo de 2013

Les llesques de pa presumeixen

-A mi m'han sucat amb oli
i un bon pessiguet de sal.
-A mi, també; però amb sucre.
-a mi,m'unten de mantega;
sal i sucre, tan se val!
-Al meu damunt, un tomàquet
ben madur m'han refregat
i, ben amanida sóc
la reina del pa sucat!
-Ep!, i jo? Puc fer de postres,
xopa de mistela o vi,
que, si no és dolç, afegeixen
un bon tou de sucre fi.
-Per menjar la melmelada,
jo mateixa faig de plat!
-doncs jo puc fer d'entremesos
si amb ou m'han arrebossat.
-A moltes ens han cobert
d'unes pastes enganxoses
que tenen uns noms estranys
i són força saboroses.
-Amb ou i llet ensucrada
en oli fi m'han fregit
i sóc, amb un nom de santa,
el llamimés exquisit.
-I tu, què fas tan eixuta
que ni amanida ni untada
no et poden clavar les dents?
-Faig sopes de farigola
ben fines i perfumades,
i els avis estan contents.

JOANA RASPALL (2002): Escaleta de vent. La Galera, Grumets: Barcelona. Pàgines48-49.

Cigronets

Un cigronet negre
i un cigronet blanc
neden de costat
dins d'una cassola.
Es miren rient
com dient-se: Hola!

Són amics, s'avenen;
tots dos saben bé
que el blanc és mengivol
i el negre també.

-Qui se't mengi a tu
que se'm menge a mi;
ja som bensortosos
de fer junts la gresca
de nedar i bullir,
de donar mil voltes
i pujar i baixar!
-I tot aquest tràfec,
de què servirà?
-És una gran obra!
Perquè el noi que ens mengi,
ah!,com creixerà!

JOANA RASPALL (1997): Degotall de poemes. Editorial La Galera, El corsari: Barcelona. Pàgines 56-57.

martes, 14 de mayo de 2013

Pan y pastelitos


“La señorita Collignon decidió que esa misma tarde iría a la panadería de su padre. Así, al salir de la escuela, torció por la calle de Xuclá y entró en el horno Guinjoan. Aprovechó para comprar una barra de pan y unos pastelitos, y solicitó ver al dueño. Pocos minutos después, mientras ella comía más por capricho que por hambre un pastelito, un hombre salpicado de harina salió del obrador y la señorita Collignton le explicó de qué se trataba”.

PRATS, Lluís (2012): La pequeña coral de la señorita Collignton, Barcelona: Casals-Bambú, p. 57

domingo, 12 de mayo de 2013

Taronges, mandarines, aranges i llimones

La iaia es va casar gran. Gairebé tenia quaranta anys. Moltes vegades ens havia explicat que no tenia pensat casar-se, que li havia passat el moment. Però es va enamorar d'aquell senyor de la foto, que, segons ella, era la seva mitja taronja. Voldria que la iaia m'expliqués què vol dir amb això de la mitja taronja. No pot ser que tots estiguem partits per la meitat i que aenm pel món buscant la part exacta que ens falta, i, si no la trobem o la perdem, com li va passar a la iaia, ens sentim incomplets per sempre més. No m'ho crec ni m'ho vull creure. M'estimo més ser una mandarina petita però sencera que la mitja taronja de ningú. La mare diu que tinc raó, i que, si jo vull ser una mandarina, ella serà una aranja rosada d'allò més sofisticada. Més aviat penso que és una llimona àcida, però ella sabrà.

Mercè ANGUERA (2012): La princesa invisible. Editorial La Galera: Barcelona. Pàgina 56.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Poemes de cada dia

La tardor a la plaça

Vés content cap a la plaça
i omple cistella i cabàs
amb tot el munt de delícies
   que allí segur hi trobaràs!
Magranes pintades com joies,
pomes amb to de setí,
ametlles i avellanes
   de gust adient i fi.
Móres de tacte de seda,
batata i moniato calent,
caixes i piles de caquis
amb pela de color rogent.
Castanyes ja netes de punxes,
raïm del negre i del ros,
bolets i també carbasses,
   de gust molt dolç i agradós.
Vés content cap a la plaça
i omple cistella i cabàs
amb tot el munt de delícies
   que allí segur hi trobaràs!


Fem cagar el tió

Caga Tió,
caga torró
d'avellana i de pinyó.
I també de xocolata,
farcit de pessics de nata.

Caga Tió,
caga torró
d'ametlla i caramel,
d'aquell torradet per fora
cruixent i dolç com la mel.

Caga Tió,
caga torró
també de massapà,
que té la crosta tova
i el podré mastegar.

Quan acabis el torró,
ja no paris, ja no paris.
Quan acabis el torró
   porta neulas i carbó!

Ara m'he equivocat!
El carbó no és d'aquest dia!
El porten els Reis d'Orient
   que caminen amb l'estel
     que els guiarà a l'Establia!

Lola CASAS (2004): Poemes de cada dia. Editorial Baula, Aula Delta: Barcelona.

martes, 7 de mayo de 2013

"El valor de un mendrugo de pan"

"Escondidos entre la vegetación cercana a la playa, los cuatro fugitivos probaron el primer bocado caliente desde que escaparan de Arse. La dura carne del conejo capturado por Dibus, asada con premura, no era el plato más exquisito para dos paladares del siglo XXI, pero calmó un hambre que los torturaba desde hacía bastantes horas. En cambio, Dibus y Lida recibieron aquellas tajadas mal cocinadas como un suculento manjar, pues los meses de asedio les habían enseñado a apreciar como un regalo inmerecido hasta el más pequeño mendrugo de pan."

SÁNCHEZ-ESCALONILLA, Antonio (2012): Ana y la Sibila, Madrid: Bambú, pág. 97.

miércoles, 1 de mayo de 2013

"La cocina es un arte menor que tiene mucho que ver con los pequeños detalles"

“Para mí, los experimentos que proponía el abuelo en la cocina formaban parte de un juego. Y, poco a poco, me fui haciendo una experta entre sartenes y cacerolas. Aprendí que hay que actuar sin miedo y que lo difícil es darle el punto exacto. También aprendí que si la materia prima es buena y fresca, los riesgos que se corren son pocos. Me gustaba mucho hacer bizcochos y magdalenas. Harina, huevos, aceite, leche y azúcar, todo mezclado con uvas pasas y una pizca de levadura. Y una raspadura de piel de limón. A veces el abuelo, para poner un toque de distinción al bizcocho, lo cubría con semillas de ajonjolí. O ponía una almendra a modo de remate en las magdalenas.
-La cocina es un arte menor que tiene mucho que ver con los pequeños detalles –solía decirme.
Utilizábamos con frecuencia la plancha de hierro. Primero la calentábamos por debajo con fuego de gas. Sobre la plancha echábamos unas gotas de aceite, y sobre el aceite poníamos las verduras, la carne o el pescado. Qué buena estaba la verdura con su punto de sal. A veces el abuelo me mandaba preparar una salsa de almendras o de alioli en el mortero. La plancha estaba al lado de la barbacoa de carbón que también usábamos, sobre todo con los alimentos grasos.
-La cocina, Escarola, es un arte menor que consiste en combinar alimentos complementarios.
-Un arte menor, pero muy importante –le decía yo.
-Por supuesto. Un arte imprescindible. Pero tan importante como la comida es la compañía. Te voy a hacer una confesión: desde que tú estas conmigo, he notado que la comida me sabe mejor, mucho mejor. La comida de los solitarios es un poco fría, aunque haya muchos manjares en la mesa. Por eso algunos días, en invierno, bajo a comer a la taberna del pueblo. Por la compañía”.

SANZ, Ignacio (2011): Ladrón de caballos, Madrid: Macmillan Iberia, p. 72-73.

martes, 30 de abril de 2013

Los vegetarianos somos así


La Luisa nos puso pescadillas de las típicas que se muerden la cola y al Imbécil hubo que quitarle de inmediato las cabezas mordientes para que no entrara en crisis. Él siempre dice. “Los vegetarianos no comemos animales con forma de animales”. Con esa teoría ha conseguido que mi madre le ponga a él siempre los pescados limpitos de raspas. Te lo advierto, si algún día lo invitas a tu casa, no se te ocurrra sacar un cochinillo entero del horno, como esos que cocina un señor de Segovia que se hizo famoso en el mundo mundial porque los destroza delante de sus dientes con un plato y vienen japoneses de todo el planeta a verlo. El Imbécil es contrario a este tipo de prácticas, eso sí, tú le invitas a un MacPollo y lo devora sin problemas. Él es vegetariano en plan sui generis.”

LINDO, Elvira (2012): Mejor Manolo, Barcelona: Círculo de Lectores, p. 93.

Cireres


Les cireretes ja pengen de l'arbre
com fanalets d'una festa major;
enlluernats, els ocells hi fan via,
enamorats d'aquell món de color.
Prou que coneixen la dolçor tancada
dins de la bola vermella i lluent!
Cada any hi vénen a la primavera
i el acull, l'arbre, generosament.
Qui no els hi vol és el pagès, que espera
fer la collita per dur-la a mercat,
i s'enrabia si en lloc de cireres
troba les cues i el pinyol pelat.
Au, que no et dolgui, pagès! A vegades,
matant les cuques, l'ocell t'ha ajudat.
Joana RASPALL (2003): "Cireres", A compás dels versos. Editorial La Galera, Grumets. Barcelona. Pàgina 81.

sábado, 27 de abril de 2013

"En ocasiones paso hambre"

-¿Sabes, Frits? A veces preferiría ser un pato. O una cigüeña. O un pájaron cualquiera.
El niño frunció el ceño, sin entender. El señor Dussel continuó hablando.
-Cada día que amanece salen a buscar comida. Y la encuentran. Así, día a día. O aparece un trozo de pan duro en algún rincón, o algún gusano, o alguien les tira unas migajas, como nosotros. Aunque no sepamos si tienen hambre.
Les lanzó más comida, para acompañar sus palabras, y los patos dieron buena cuenta de ella rápidamente:
-Estoy contento con mi vida, Frits, pero no te voy a engañar: es cierto que en ocasiones paso hambre. Paso más hambre que cualquiera de esos patos –alzó a vista-. Más que aquellas cigüeñas. Más que cualquiera de esos gorriones. ¿Puedes entenderlo? Tengo hambre, pero también tengo rabia.

FERNÁNDEZ SIFRES, David (2013): Luces en el canal, Madrid: SM, p. 36-37. Premio Barco de Vapor.

viernes, 19 de abril de 2013

Desayuno con mermelada de frambuesa

Mi padre había salido a las seis y media de la mañana a comprar el periódico y se encontró con la pintada debajo de la ventana de la cocina. En el desayuno, mientras untaba mermelada de frambuesa en una rebanada de pan integral, hundió de repente el cuchillo casi hasta el mango en el fondo del boto, y con su voz pausada dijo:
-¡Muy bonito. Vaya sorpresa. ¿Qué se ha tramado Su Excelencia para que nos honren con esta distinción?
Mi madre dijo:
-No la tomes con él desde por la mañana. Ya tiene bastante con que los niños le incordien.
Mi padre iba vestido de color caqui, como casi todos los hombres del barrio en esa época. Tenía los ademanes y la voz de una persona que siempre tiene la razón. Sacó con el cuchillo una compacta masa de frambuesa del fondo del bote, cubrió uniformemente las dos mitades de la rebanada, y dijo:
-La verdad es que en nuestros días, casi todos usan el apelativo traidor con demasiada facilidad, pero ¿quién es traidor? Ciertamente, alguien sin honor. Uno que a escondidas, por la espalda, a cambio de algún dudoso beneficio, ayuda al enemigo en contra de su pueblo. O para perjudicar a su familia y a sus amigos. Es más despreciable que un asesino. Y por favor termínate el huevo. El periódico dice que en Asia la gente se muere de hambre.
Mi madre arrastró el plato hacia ella y se comió el huevo y el resto del pan con mermelada, no por hambre sino por amor a la paz. Dijo:
-El que ama no traiciona.
Esas palabras de mi madre no iban dirigidas ni a mí ni a mi padre; a juzgar por su mirada, parecía estar refiriéndose al clavo que había encima del frigorífico de la cocina, que no cumplía ninguna función.

Amos Oz (2010): Una pantera en el sótano. Siruela / Colección escolar de literatura; 30. Madrid. Páginas 29-30.

jueves, 18 de abril de 2013

Septiembre

Septiembre de frutas
en la mesa larga.
Música de aromas
y verdes manzanas.

Melodía alegre
de antiguas romanzas,
acordes de plátano
y ciruelas mágicas.

La orquesta compone
dulces mermeladas
y una Sinfonía
de cuerda afrutada.

Antonio Rubio (2012): "Septiembre", Almanaque musical. Editorial Kalandraka. Sevilla.

Twist del Mono Liso

Twist del Mono Liso
La naranja se pasea
de la sala al comedor.
No me tires con cuchill,
tírame con tenedor.
ANÓNIMO
¿Saben, saben lo que hizo
el famoso Mono LIso?
A la orilla de una zanja
cazó viva una naranja.
¡Qué coraje, qué valor!
Aunque se olvidó el cuchillo
en el dulce del membrillo,
la cazó con tenedor.

A la hora de la cena
la naranja le dio pena.
Fue tan bueno Mono Liso
que de postre no la quiso.
El valiente cazador
ordenó a su comitiva
que se la guardara viva
en el refrigerador.

Mono Liso en la cocina,
con una paciencia china,
la domaba día a día:
la naranja no aprendía.
Mono Liso, con rigor,
al fin la empujó un poquito,
y dio su primer pasito
la naranja, sin error.

La naranja, Mono Liso
la mostraba por el piso.
Otras veces de visita
la llevaba en su jaulita.
Pero un día entró un ladrón.
Se imaginan lo que hizo.
El valiente Mono Liso
dijo: -¡Ay, qué papelón!

A la corte del rey Bobo
fue a quejarse por el robo.
Mentiroso el rey promete
que la tiene el Gran Bonete.
Porque sí, con frenesí,
de repente dice Mono:

-¡Allí está, detrás del trono,
la naranja que perdí!
Mas la Reina dice: -Ojo,
que yo tengo mucho antojo
de comer una ensalada
de naranja amaestrada.
Mono Liso contestó:
-Comerá cuando usted quiera
tres sandías y una pera,
pero mi naranja, no.

Y la Reina sin permiso
del valiente Mono Liso
escondió en una sopera
la naranja paseandera.
Mono Liso la salvó,
pero a la fuerza de tapioca
la naranja estaba loca
y este cuento se acabó.

María Elena Walsh (2008): "Twist del Mono Liso", en El reino del Revés. Editorial Alfaguara Infantil.  Madrid. Páginas12-15.

domingo, 14 de abril de 2013

Versos tradicionales para cebollitas

Mi morena

Tiene mi morena
Tan chiquita boca
Que en ella le caben
Dos platos de sopa,
Cuarenta pepinos,
Diez mil calabazas,
Y en serio les digo:
Un montón de pasas.

A la pobre chica
Le dio la viruela,
Calentura mala
Y dolor de muelas.
El doctor le dio
La zarzaparrilla,
Jarabe de piña,
Té de manzanilla.

Capitán de barco
Le mandó un papel
A ver si quería
Casarse con él.
Ella le responde
Por medio del mar
Que para casarse
Tiene que comprar
Naguas con tiritas
Y otro delantal.

Tirita por delante,
Tirita por detrás.
Adiós que me voy
Y no vuelvo más.

María Elena Walsh (2002): Versos tradicionales para cebollitas. Alfaguara infantil. Madrid. Páginas 39-40.

Pedir peras al olmo


Las peras del olmo

No pidas peras al olmo
Ni naranjas al manzano
Ni manzanas al ciruelo
Ni ciruelas al naranjo.

Ni el manzano da naranjas
Ni el naranjo da ciruelas
Ni el ciruelo da manzanas
Ni el olmo suele dar peras.

Pero eso sí, cuando da
Peras, ¡cómo están de buenas!
Al olmo, pídeselas.

Jesús Munárriz (2004): Con pies pero sin cabeza. Ajonjolí. Madrid. Página 76.

La casita de chocolate


La casita

¿Era de mazapán? ¿De caramelo?
¿De azúcar era? ¿O fue de chocolate?
Casita de bizcocho hay quien la llama.
O de dulce, sin más. O de turrón.

Bien, confitera era, en cualquier caso,
Lechuza, usma, golosa, laminera
La casa de la bruja de aquel bosque
Del cuento de Juanito y Margarita
(que son, para el teutón Hansel y Gretel).

Tan acaramelada arquitectura
A un tiempo cebo y cepo era del mal,
Mazmorra de meliflua fachada,
Atrapamoscas de la santa infancia.

La realidad, adentro, era la bruja
Fea, cegata, vieja, sola, mala.

Jesús Munárriz (2004): Con pies pero sin cabeza. Ajonjolí. Madrid. Página 16.

jueves, 11 de abril de 2013

L'hora de dinar

La Via ja m'havia avisat que l'hora de dinar era dura, a l'escola, així que no m'hauria hagut de venir de nou. Però no m'esperava que fos tan dura. Tots els nens de cinquè van entrar en tromba al menjador parlant a crits i empenyen-se els uns als altres mentre corrien cap a les taules. Una de les mestres de menjador va dir que no es podia reservar lloc o alguna cosa semblant, però jo no vaig entendre què deia, i segurament els altres tampoc, perquè gairebé tothom reservava el lloc pels seus amics. Vaig intentar seure en una taula, però el nen de la cadira del costat em va dir:
-Ho sento, està ocupada.
Així que me'n vaig anar a una taula buida i vaig esperar que s'acabés l'estampida i la mestra del menjador ens digués què havíem de fer. Quan va començar a explicar-nos les normes del menjador vaig mirar al meu voltant a veure si veia on seia el Jack Will, però a la banda on jo seia no el vaig veure enlloc. Abans que haguessin acabat d'entrar tots els nens, els mestres ja van començar a cridar el primer grupet de taules perquè agafessin les safates i anessin a fer cua davant del taulell. El Julian, el Henry i el Miles seien en una taula que havia cap al fons de la sala.
La mare m'havia posat un entrepà de formatge, unes galetes i un suc, així que quan van cridar la meva taula no em va caldre anar a fer cua. En lloc d'això em vaig dedicar a obrir la motxilla, treure la carmanyola i desembolicar tranquil·lament l paper de plata de l'entrepà.
No em calia aixecar la vista per saber que em miraven. Sabia que la gent es donava cops de colze mentre em mirava de cua d'ull. Em pensava que ja estava acostumat a aquesta mena de mirades, però es veu que no.
Hi havia una taula de nenes que sabia que estaven parlant fluixet sobre mi perquè es tapaven la boca amb la mà. Notava les seves mirades i el seu xiuxiueig.
No suporto la manera que tinc de menjar. Sóc conscient que fa molt mal efecte. Em van operar per arreglar-me el paladar fes quan era un bebè, i després un altre cop quan tenia quatre anys, però hi continuo tenint un forat. I, tot i que em van operar fa pocs anys per posar-me bé les mandíbules, haig de mastegar amb les dents del davant. No vaig ser conscient de l'efecte que feia fins que vaig anar a un aniversari i un dels nens li va dir a la mare del nen que feia anys que no es volia asseure al meu costat perquè menjava molt malament i no paraven de sortir-me engrunes disparades de la boca. Jo sé que aquell nen no ho deia amb mala intenció, però igualment després se les va carregar, i a la nit la seva mare va trucar a la meva per disculpar-se. Quan vaig tornar de la festa em vaig posar davant del mirall del lavabo i vaig començar a menjar-me una galeta salada per veure quin efecte feia quan mastegava. Aquell nen tenia raó. Menjo com una tortuga. No sé si heu vist mai una tortuga menjant. O com una mena de bèstia prehistòrica dels aiguamolls.

R.J. Wonder (2012): Wonder. La campana. Tocs; 85. Barcelona. Pàgines71-72.

Pàgina de l'autor: R.J.Palacio: CLICA AQUÍ.

miércoles, 10 de abril de 2013

Una nuez decisiva

“Cuando ya empezaba a desesperar, su constancia fue finalmente premiada. Conoció a una ardillita joven con una gran cola que tenía unas tonalidades cobrizas. Al atardecer, cuando llegaron a la rama más alta le hizo la pregunta de rigor. Ella permaneció en silencio un momento, después lo miró con ojos luminosos.
-¿Lo dices en serio?
-No me permitiría jamás tomarte el pelo.
-Nunca hubiera podido imaginar un lugar más bonito donde criar a mis hijos.
Entonces él corrió a coger la nuez de compromiso y la comieron juntos, mejilla contra mejilla, mientras las sombras se alargaban en el claro y el sol desaparecía detrás de las cimas nevadas.
TAMARO, Susanna (2010): El gran árbol, Barcelona: Urano, p. 26.

Panem et cinrcenses

-Bueno, puede que la ciudad consiga sobrevivir un tiempo -dice Plutarch-. Seguro que hay reservas de emergencia. Pero la principal diferencia entre el 13 y el Capitolio son las expectativas de la población. El 13 estaba acostumbrado a las privaciones, mientras que en el Capitolio solo conocen el panem et circenses.
-¿Qué es eso? -pregunto; obviamente reconozco el panem, pero el resto no lo entiendo.
-Es un dicho de hace miles de años, escrito en un idioma llamado latín sobre un lugar llamado Roma -me explica-. Panem et circenses quiere decir "pan y circo". El que lo escribió se refería a que, a cambio de tener la barriga llena y entretenimiento, su gente renunciaba a sus responsibilidades políticas y, por tanto, a su poder.
Pienso en el Capitolio, en el exceso de comida y en el entretenimiento definitivo: los Juegos del Hambre.
-Entonces, para eso sirven los distritos, para proporcionar el pan y el circo.
-Sí, mientras así era, el Capitolio controlaba su pequeño imperio. Ahora mismo no puede ofrecer ninguna de las dos cosas, al menos en las cantidades a las que acostumbraba su gente -dice Pitarch-. Nosotros tenemos la comida y yo estoy a punto de orquestar una propo de entretenimiento que va a ser muy popular. Al fin y al cabo, a todo el mundo le gustan las bodas.

Suzanne Collins (2010): Los Juegos del hambre III. Sinsajo. Editorial Estrella Polar, L'Illa del Temps, 17: Barcelona. Pag. 243.

lunes, 8 de abril de 2013

Un goloso muy goloso


-Póngame media docena de pasteles de calabaza –la interrumpí.
De todas formas, tenía que comprar unos dulces para la merienda de mañana. La madre de Amado se puso a despacharme y se olvidó de regañar a su hijo. Amado me sonrió. me guiñó un ojo y entró en la trastienda, para hacer los deberes. Aún compré un paquete de rollitos de aguardiente y una doce a de mantecados de almendra. La madre de Amado estaba muy contenta con un cliente tan goloso como yo, de manera que no me costó nada convencerla para que dejara venir a su hijo al día siguiente, a estudiar matemáticas a la alquería.

CASTELLANO, Pep (2013): Conrado,  un científico enamorado. Alzira: Algar, Calcetín, 82, p. 100-101.

jueves, 28 de marzo de 2013

El espíritu de los hielos


En Groenlandia

D.J. se sentía sucio. En realidad estaba sucio, y no eran alucinaciones suyas, ni el pestazo de whisky ni la barba de dos días, ni el cabello grasiento y la ropa sudada. Llevaba un montón de horas encerrado en su cabina, y ese hecho y la opacidad de su situación lo tenían desquiciado. Era grotesco. En un principio, habría jurado que se encontraba bajo los efectos del alcohol, pero las latas que le introdujeron en su cabina, y el abrelatas, eran muy reales. Se sentía fatal y, cosa inusual en él, estaba mareado como una sopa. Aparte de la comida caliente, que añoraba como todo mortal, él era adicto al café, a la limpieza y, sobre todo, al alcohol. En la estrechez de su camarote, que comenzaba a resultarle opresivo, se le aparecían, en forma de espejismos, deliciosas botellas de cerveza fresca, tazas de humeante café y platos llenos a reventar de raviolis y de pollo. Para colmo de males, se estaba quedando sin cigarrillos. Se hundió en un sopor inquieto: la lata de champiñones que acababa de comerse había terminado con sus jugos gástricos. Se adormecía sin poder pensar en nada. Deseaba salir de aquel agujero, saber qué pasaba, quién gobernaba el barco, pero era incapaz de razonar.

MAITE CARRANZA (2010): El espíritu de los hielos. Editorial Algar. Barcelona. Página 69.

En la selva amazónica

Odilia y J.B. escuchaban boquiabiertos el discurso de Wilfredo.
-Aquí se respira aire puro, comemos alimentos no contaminados y trabajamos sin intermediarios. Todo es artesanal. Fijaos. –Les señaló su bol.- Este bol de arcilla está todo hecho a mano y secado al sol. La bebida de mandioca la hacen a diario las mujeres –y señaló a las mujeres que escupían dentro de los recipientes; Otilia sintió náuseas –y se fermenta sin aditivos ni conservantes. Aquí todo es tan natural que hasta he aborrecido el tabaco. Yo también me siento integrado en mi entorno, y supongo que se me nota. Esto es como un paraíso natural; tomas lo que deseas, y lo que no necesitas lo dejas ahí, pero no lo destruyes, como hace nuestra civilización, por el placer de destruir. Por cierto, ¿queréis comer algo?
Otilia se lo agradeció. Estaba hambrienta.
-No sé qué me pasa, pero desde que soy un jíbaro como mucho más que antes y no me hace daño nada. Estoy como nuevo –abrazó efusivamente a la japonesa-. Y todo se lo debo a Suamak, la estrella que me guio en la oscuridad. Yo tenía una intuición, pero no podía soñar con un destino tan maravilloso como este. Cuando abandoné al doctor Peddeckoe en Macásy me interné en la selva, quería morir, deseaba que alguna bestia me devorase y acabara de una vez con aquella vida tan mediocre. Pero resulta que no era bueno ni para eso, y los únicos que disfrutaban conmigo eran los mosquitos. Creo que me desmayé de cansancio y, al abrir los ojos, ella estaba delante de mí.-Señaló a Suamak.- Fue un amor a primera vista.
Suamak le frotó tiernamente la nariz, sucia de fango.
-Cuando lo encontramos, hace tan solo tres días, era un cadáver, un subproducto del mundo capitalista competitivo y cruel que lo había arrinconado como inservible. Pero esta cultura ha obrado el milagro: de las cenizas de Wilfredo ha nacido Narema. Yo lo velé y lo alimenté con mis propias manos porque supe en seguida que estábamos predestinados. Somos dos almas gemelas que compartimos la misma forma de pensar y de vivir y un pasado sombrío. Un pasado lleno de libros que queremos olvidar, ¿verdad, tupín mío?
No cabía duda de que Wilfredo era otro. Su transfromación no era únicamente física: también habían cambiado sus constantes vitales. Rebosaba energía y la transmitía en cada gesto y encada palabra. A modo de aperitivo, les ofreció unas pastitas blancas colocadas sobre una hoja.
-Comed, comed. ¡Hummm, son deliciosas! La cacería me ha abierto el apetito. Mi primera cacería ha sido una experiencia increíble. He sentido cómo me hervía la sangre;  pero no por el instinto de matar, no, sino por una especie de relación primaria entre el hombre y su alimento. Yo buscaba mi propio alimento. Por primera vez, yo, Wilfredo, perdón, Natema, he luchado por mi supervivencia. He dejado de ser un parásito que chupa del trabajo de los demás y me he convertido en un individuo activo que consigue carne fresca. Es fantástico. Lo que nos estamos comiendo no lo he adquirido en una pastelería, ni he usurpado la fuerza de trabajo de nadie. Lo recogí yo mismo ayer por la mañana y lo guardé para hoy. Soy un cazador recolector y, cuando me admitan para celebrar el ritual de iniciación y pueda unirme a Suamak, fundaremos una casa independiente con otras esposas y mis pequeños jíbaros. Seré capaz de procurar alimentos para todos.
Otilia no lo había entendido bien.
-¿Tendrás más de una esposa?
-Sí, es la costumbre. Hay aproximadamente el doble de mujeres que de hombres. Ya se sabe: las guerras, las cacerías. Es inevitable.
Pero Otilia saltó indignada.
-¿Y cómo puedes estar de acuerdo? –interpeló a Suamak sin poderse reprimir y dejando clara su disconformidad con esa prerrogativa machista.
D.J. palideció y los interrumpió oportunamente alzando su galleta.
-Me preguntaba de qué está hecha la galleta, parece viva.
Otilia, de pronto, se dio cuenta de que su galleta era más blanda de lo que creía que tenía un sabor salado parecido al embutido.
Wilfredo masticando una con deleite, le contestó:
-Larvas del escarabajo de la chuta.

MAITE CARRANZA (2010): El espíritu de los hielos. Editorial Algar. Barcelona. Páginas279-282.
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