Los conejos blancos bebían en la parte más alta del río y comían la hierba que crecía a sus orillas. Los conejos negros bebían en la parte baja del río y comían la hierba que crecía allí, el agua estaba un poco sucia y la hierba marchita y menos jugosas, pero era de todos modos una comida aceptable y casi siempre suficiente.
TUSQUESTS, Esther (2011): La conejita Marcela, Kalandraka, Libros para soñar, s/p.
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