“Cierra el pico y vete a ver a tu hija. Que se trague ella las espinacas. No te necesito para comer. Todavía querrás que te agradezca la enorme ayuda prestada. Estoy harta del arroz, las nueces y las judías verdes, la carne a la plancha y la grasa, el pescado de los viernes, de todo. He llegado a tragar toneladas. Tengo que comer el doble que las otras y los kilos no aumentan.
Después de la naranja y el suplemento de chocolate, entra ella con su regalito y su sonrisa. El único regalo que yo quería era que no me hubieras encerrado en este asilo”. (p. 128).
VALÈRE, Valérie (1996): Diario de una anoréxica, Barcelona, Plaza y Janés, Los JET de Plaza y Janés.
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